
Nuestro método
Los antihistamínicos serán la solución a esos días grises en los que la alergia no te deja avanzar. Son los medicamentos más eficaces para acabar con aquellos síntomas que aparecen cuando nuestro organismo detecta un alérgeno y lo rechaza. En estos casos, pueden generarse problemas respiratorios, picores en ojos o piel, secreción nasal, entre otros.
Estas manifestaciones serán indicio de que estás sufriendo una reacción alérgica. Si este es tu caso, y quieres acabar con los problemas y molestias que provoca la alergia, debes conocer todo sobre los antihistamínicos. Un tratamiento rutinario con este medicamento puede hacer tu vida más fácil e, incluso, prevenir la aparición de estos síntomas.
Lo más importante
- Existen antihistamínicos de primera, segunda y tercera generación, siendo los primeros los que mayores efectos secundarios tienen.
- Aunque no puede demostrarse científicamente, se puede hacer uso de antihistamínicos durante el embarazo o proceso de lactancia. Sin embargo, antes deberás consultar a un médico especialista.
- Si no tienes claro en qué debes basarte para elegir el antihistamínico ideal, debes analizar los criterios de compra más importantes para acertar con tu elección.
Los mejores antihistamínicos del mercado: nuestras recomendaciones
Existe una gran diversidad de antihistamínicos de diferentes tipos y formatos en el mercado, por los cuales puedes decantarte. Hemos elegido los productos más destacados de acuerdo a diferentes criterios que te pueden interesar para ayudarte a tomar la mejor decisión. Echa un vistazo.
Guía de compras: Lo que debes saber sobre los antihistamínicos
¿Para qué sirven los antihistamínicos?
Los antihistamínicos son útiles para calmar o eliminar los síntomas más comunes de las alergias, tales como:
- Picor y secreción en los ojos.
- Congestión y secreción nasal.
- Urticarias agudas y crónicas.
- Picor de la piel.
¿Cuáles son los beneficios del uso de antihistamínicos?
Mantienen la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades alérgicas, ayudándolas a sobrellevarlas sin que resulten una molestia diaria. Además, debemos destacar que pueden servir como tratamiento y prevención de mareos e, incluso, en el combate inicial de la migraña o el insomnio.
También, es común su uso para resfriados, ya que sus síntomas son parecidos a los de las alergias (1).
Sin embargo, aunque sean de venta libre, es importante que consultes a tu médico de confianza para que sea él quien te recete o no el antihistamínico indicado para ti.
¿Qué tipos de antihistamínicos existen?
Primera generación | Segunda generación | Tercera generación | |
---|---|---|---|
Compuestos | Difenhidramina, dimenhidrinato, clemastina, doxilamina o clorfeniramina | Loratadina, cetirizina, ebastina y rupatadina | Desloratadina, la levocetirizina y fexofenadina |
Funcionalidad | Penetran en todo el Sistema Nervioso Central | Se introduce menos en el Sistema Nervioso Central | Actúan de forma selectiva sobre los receptores de histamina periféricos y no penetran en la barrera hematoencefálica |
Efectos | Puede causar somnolencia, aumento del apetito, sequedad, mareo, estreñimiento, retención de la orina | Denominados "no sedantes", aptos para poder realizar actividades que requieran concentración | Potencia la eficacia y disminuye aún más los efectos adversos |
¿Qué factores de salud pueden condicionar el uso de antihistamínicos?
- Diabetes
- Epilepsia
- Enfermedad cardíaca
- Alteración de la tiroides
- Problemas de próstata
- Glaucoma
- Mujeres embarazadas o en etapa de lactancia
¿Cuáles son los efectos secundarios de los antihistamínicos?
- Somnolencia
- Cansancio, mareos o visión borrosa
- Sequedad en la boca
- Falta o aumento de apetito
- Nerviosismo emocional o irritación
- Estreñimiento
Los antihistamínicos de primera generación son los que más efectos secundarios suelen presentar, sobre todo relativos a la somnolencia. En el caso de los antihistamínicos de segunda generación, este efecto no aparece, porque carecen de efecto sedante.
¿Cuándo se debe tomar antihistamínicos?
Sin embargo, esto dependerá, también, del tipo de enfermedad alérgica que se padezca.
En el caso de aquellas enfermedades alérgicas que tienen una mayor durabilidad y son más habituales, se puede llevar un tratamiento más continuado durante un período amplio de tiempo.
Esto, también, puede contribuir a prevenir nuevos síntomas que puedan aparecer. No obstante, recuerda que el momento, la duración y la forma del tratamiento, vía antihistamínicos, deberán contar con el aval de un médico.
¿Se puede tomar antihistamínicos durante el embarazo o la lactancia?
Las enfermedades alérgicas pueden empeorar durante el embarazo o, por el contrario, mejorar. Los medicamentos que sí se desaconsejan durante este período incluyen los antihistamínicos intranasales y de primera generación. Como el micofenolato de mofetilo, metotrexato, ciclosporina, azatioprina y zilueton (4).
En cuanto al período de lactancia, tampoco existen estudios científicos que confirmen el perjuicio de los antihistamínicos. Sin embargo, depende de su tipo y composición. Se sabe que la posibilidad de transmitirle al bebé la dosis administrada es de apenas un 1% (4).
¿Qué alternativas existen a los antihistamínicos?
Alternativas | Té verde | Ortiga | Alfalfa | Tomillo | Cúrcuma |
---|---|---|---|---|---|
Composición | Contiene quercetina y catequinas | Hierba en té | Infusión | Hierba rica en vitamina C y flavonoides | Raíz |
Función | Actúa como antioxidantes, disminuye la liberación de histamina | Inhibe la liberación de histamina, disminuye la presencia de alérgenos en las vías respiratorias y alivia la congestión | Ayuda a aliviar la sensación de ardor en los ojos y el exceso de mucosa en la nariz | Ayuda a estabilizar los mastocitos y aporta beneficios antimicrobianos | Actúa como antiinflamatorio, antioxidante e inhibe la activación de mastocitos |
Criterios de compra
Ya sabes cómo actúa el antihistamínico en nuestro cuerpo y cuáles son sus beneficios e inconvenientes. En esta sección, te compartiremos los criterios de compra más importantes que debes considerar antes de hacer tu elección. Deberás analizarlos y ajustarlos con tus necesidades, para determinar cuál es el producto indicado.
Administración
Los antihistamínicos no solo vienen en comprimidos o cápsulas de toma oral. Además, existen presentaciones en tabletas masticables, más sencillas de tomar para quienes tienen problemas al tragar comprimidos. Para los más pequeños, se ofrecen antihistamínicos en jarabe o gotas orales, con distintos sabores, para que resulte más agradable su ingesta.
En los casos donde existe secreción o congestión nasal, son comunes los antihistamínicos de pulverización. Estos se aplican en cada fosa nasal y actúan directamente contra este síntoma. Para las reacciones que generan irritación en los ojos, puede disponerse de los colirios. También, puedes encontrarlos en crema, para los casos en los que aparecen picores o urticaria en la piel.
Por otra parte, existen otras maneras de suministrar los antihistamínicos, como pueden ser las ampollas, que se colocan por vía endovenosa o intramuscular. También, existen antihistamínicos inyectables, aunque su uso es menos común.
Interacción con otros medicamentos
Este es uno de los criterios que debes tener muy en cuenta. Al igual que no se recomienda el consumo de alcohol durante la medicación, también es importante conocer qué medicamentos pueden interactuar entre sí y cuáles no.
Los antihistamínicos pueden tener interacción con muchos fármacos que necesitan, al igual que estos, metabolizarse y convertirse en derivados activos o inactivos. Este tipo de fármacos pueden ser (5):
- Antibióticos macrólidos como claritromicina, azitromicina o eritromicina
- Antifúngicos
- Antihistamínicos H2 (cimetidina y ranitidina)
- Antidepresivos
- Antirretrovirales
Cuando se está bajo tratamiento con algún otro medicamento recetado, debemos consultar con un médico sobre la posibilidad de la interacción con el antihistamínico recetado, para evitar consecuencias adversas.
Somnolencia
Como hemos comentado, los antihistamínicos, generalmente, pueden provocar somnolencia o cansancio. Esto puede afectar en nuestro día a día, disminuyendo la atención y siendo potencialmente peligroso en función de la actividad a realizar.
Por eso, debes consultar, en primer lugar, si el antihistamínico que vas a tomar puede provocar este efecto y tomar ciertas precauciones. Como no conducir mientras estés bajo sus efectos. También ten en cuenta que los antihistamínicos de segunda y tercera generación actúan en menor medida en el sistema nervioso central.
Duración
Existen antihistamínicos cuyos efectos duran solo unas 4 o 6 horas, mientras que otros tienen mayor durabilidad, entre 12 y 24 horas. Los antihistamínicos de tercera generación son los que tienen mayor duración, llegando hasta las 48 horas de efecto.
El mayor tiempo de duración hace que las ingestas sean menos frecuentes en el tiempo y, por tanto, se reduzca el número de dosis.
Los antihistamínicos pueden tomarse diariamente para ayudar a controlar los síntomas e, incluso, es posible tomarlos con antelación para prevenir su aparición. Sobre todo, en las épocas más comunes de alergia.
Resumen
Los antihistamínicos ayudan a las personas con alergias a lidiar con una enfermedad tan molesta en determinadas épocas del año. Su evolución científica ha hecho que cada vez existan nuevos tipos de antihistamínicos que actúan de diferente manera en el sistema nervioso central.
Las nuevas generaciones de este medicamento generan menor sensación de cansancio o insomnio, y extienden su efecto en el tiempo. La toma de alcohol o el consumo de otros medicamentos durante el tratamiento con antihistamínicos puede afectar de manera negativa a nuestro organismo. Por esta razón, debemos ser precavidos y consultar con un especialista.
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(Fuente de la imagen destacada: Roman: 94480568/ 123rf.com)
Referencias (8)
1.
Jáuregui Presa, I., et al. «Antihistamínicos y descongestivos». En A. Peláez e I. Dávila, eds. Tratado de alergología. Madrid: Ergon, 2012
Fuente
2.
Antihistamínicos para las alergias [Internet]. Medlineplus. Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. 2020 [2021]
Fuente
3.
Seidman MD, Gurgel RK, Lin SY, et al. Clinical practice guideline: allergic rhinitis. Otolaryngol Head Neck Surg. 2015;152(1 Suppl):S1-S43. PMID: 25644617.
Fuente
4.
Gonzalez-Estrada A, Geraci SA. Allergy Medications During Pregnancy. Am J Med Sci. 2016 Sep;352(3):326-31. doi: 10.1016/j.amjms.2016.05.030. Epub 2016 Jun 3. PMID: 27650241.
Fuente
5.
Jáuregui Presa, I. «Antihistamínicos (orales, tópicos nasales y oculares)». En Mullol, J., ed. Rinomecum. Barcelona: Ediciones Permanyer, 2012.
Fuente
6.
Álvarez Martínez M. Antihistamínicos y rinitis [Internet]. Revista Offarm. Elsevier. Vol.24. Núm. 4. 2005 [2021]
Fuente
7.
Benedí J. Antihistamínicos H1 [Internet]. Revista Farmacia Profesional. Elsevier. Vol. 19. Núm. 3. 2005 [2021]
Fuente
8.
Espinosa P. Alergias (síntomas, sensibilización) y el papel de la histamina [Internet]. Elsevier. 2018 [2021]
Fuente